Álvaro, mi príncipe, que nos trajo a un Reino Azul, donde no existe la maldad, donde se quiere sin pudores, sin mentiras, donde todo tiene la misma pureza que desprende su mirada, donde no hay fronteras, porque el amor hace desaparecer el mayor de los obstaculos. Por todo eso y más TE QUIERO MI AMOR.
Mi príncipe
El autismo no me define, no me condiciona y no me limita...que no lo haga tu desconocimiento...
Es difícil en ocasiones poner palabras a algunas vivencias,
en especial cuando detrás de ellas hay tanto, especialmente sentimientos…
Este año la clase de Álvaro bailaba en el festival de
Navidad del cole. Desde el primer momento era inevitable ponerme a pensar qué
hacer para que pudiera participar y disfrutar con sus compañeros, pero ha
resultado complicado que me dieran pistas, era un secreto y si algo hace bien
mi niño es guardar secretos.
Sólo conocía la canción: Twist and Shout, ahora no sólo la
conozco, me la sé de memoria, y Álvaro también. Las reproducciones de esta
canción aparecerán posiblemente entre lo más buscado del 2015.
Cuando llegué al gimnasio vi la primera muestra de que todo
iba a salir estupendamente. Un cuadrado con dos pies dibujados. Parece algo
simple pero dice mucho, eso le ayudaría a no sentirse fuera de lugar, a saber
dónde estaba su sitio, porque lo tiene, en el escenario y fuera de él. La
emoción empezó a colarse en mi estómago.
Le veo entrar con esa cara de felicidad, mirando a la gente,
dispuesto a darlo todo, y así lo hizo.
En esta actuación se puede ver una pequeña muestra de lo que
sí es INCLUSIÓN, lo que significa para la vida de la persona con diversidad funcional, para su familia y
también para todas esas personitas maravillosas que comparten el día a día con
mi hijo.
Estas personitas, con diversidad funcional o no, son los que van a hacer de este mundo un
lugar mejor. Son l@s futuros médic@s, profesor@s, enfermer@s, carter@s,
futbolistas, cantantes, barrender@s, … en definitiva, los hombres y las mujeres
del futuro.
Es responsabilidad de los hombres y mujeres del presente no
negarles estas experiencias, darles el privilegio de aprender cosas que
nosotros no sabemos porque antes las personas con diversidad funcional eran
segregadas y apartadas por sistema. Los que nos hemos propuesto evolucionar y
seguir creciendo como personas lo aprendemos ahora con ellos y lo fomentamos,
por desgracia sigue habiendo quien se resiste. Queda mucho por hacer y por
enseñar.
Es difícil explicar con palabras la emoción que sentí
viéndole en ese escenario, con tod@s sus compañer@s, ver cómo le ayudan a
orientarse si ven que se despista, el cariño con el que le tratan y como le
miran sin hacer distinción alguna. Mi niño es un campeón, lo he dicho muchas veces y no me
cansaré nunca de decirlo y un valiente, porque yo no me subo a un escenario a
bailar con tanta gente mirándome y grabándome ni de broma. Él lo hizo. Sólo él
sabe todas las dificultades que ha tenido que vencer para conseguirlo, todos
los esfuerzos que habrá hecho para seguir el ritmo, para obviar el resto de
ruidos, para comprender todo lo que estaba pasando. Bailó muy bien, pero sobre
todo disfrutó y estuvo feliz de principio a fin, que es lo que más me importa.
Una vez más tengo que agradecer a sus profes, Yurena,
Noelia, María Luisa y Mireya, este logro, un reto superado más, una razón más
para seguir adelante, sin ponerle límites, para continuar creyendo en él y sus
capacidades. Ellas lo consiguen porque tienen el ingrediente secreto para hacer
posible la inclusión: IMPLICACIÓN, algo que no se estudia, pero distingue a
profesionales de ... (Estoy buscando una palabra que puedan leer todos los
públicos)
Gracias también a l@s padres y madres de esas personitas
maravillosas por dejarme colgar el vídeo. Por permitirme mostrar orgullosa que
mi hijo tiene lo que por derecho nos corresponde pero no siempre se disfruta.
Quizá sirva para abrir los ojos a quienes todavía los tienen cerrados a una
realidad que nos incluye a todos:
TODOS SOMOS DIFERENTES PERO TENEMOS LOS MISMOS DERECHOS.
La vida gira y grita, como dice la canción… nosotros
seguimos el ritmo y hacemos los coros…