Mi príncipe

Mi príncipe
El autismo no me define, no me condiciona y no me limita...que no lo haga tu desconocimiento...

lunes, 9 de julio de 2018

Esa gran loteria...

Ayer se cumplieron dos años de nuestra gran lotería. Sí, hace dos años nos tocó, una de las buenas, de las que te traen personas y experiencias maravillosas. Hace dos años que nos eligieron para entrar en el Plan Familia de Fundación Adecco.
Llegaron en un momento tremendamente duro, como una gran bocanada de aire fresco, y así sigue siendo porque nuestro querido Rafa tiene una especie de sexto sentido y siempre me llama en los momentos más necesarios para  hacerme saber que están a nuestro lado.
En todo este tiempo me he sentido arropada, acompañada y ayudada por ellos, pero sobre todo me he sentido enormemente feliz de poder darle a Álvaro lo mejor en cada momento, en su día a día, con terapias que de otra manera no habrían sido posibles, con las que está consiguiendo sacar todo ese potencial que lleva dentro y que me están permitiendo seguir aprendiendo de él.
Además esta lotería nos regala experiencias maravillosas en familia y nos ha enseñado a Álvaro y a mí (más a mí, jejeje) que no pasa nada por estar lejos, que seguimos respirando igual... (a mí me sigue dando un poco de ahogo, a Álvaro en ningún momento le ha faltado el aire)
Esta última gran experiencia ha sido un campamento que terminó ayer, en Soncillo (Burgos). Eso que tanto me costó decidir y que cuento en la entrada anterior "Mis miedos nunca detendrán tus vuelos..."
He de confesar que los tres primeros días parecía un alma en pena (yo, claro. Álvaro, ni alma, ni pena, solo campeón) pero después empecé a disfrutar de la temida soledad.
Sabía que mi niño estaba disfrutando a tope y he tenido la gran suerte de que una persona encantadora cuidara de él estos días y estas noches, porque a este pindongo le encanta eso de dormir acompañado. Gracias Raquel, por todo el cariño y respeto con el que has mirado y tratado a Álvaro desde que os conocisteis. Creo que eres una de esas personas que ha entrado en nuestras vidas para quedarse.
Me siento una persona afortunada, no a todo el mundo le toca la lotería y mucho menos una lotería de este tipo... Gracias por esa maravillosa alegría que me disteis hace dos años y que no fue más que el principio de todo lo bueno que ibais a aportar a nuestra vida, especialmente a la de mi príncipe, que ya es un poco vuestro...
Todo mi cariño, siempre...





viernes, 29 de junio de 2018

Mis miedos nunca detendrán tus vuelos...

Que difícil es ser madre, aunque como dice el refrán "nadie dijo que fuera fácil pero valdrá la pena" … y muchas más veces, la alegría.
 
Para algún@s puedo parecer una mamá gallina, pero si lo fuera no estaría escribiendo esto ahora mismo.
 
Álvaro se ha ido de campamento, diez días, con sus nueve noches...
 
Desde que me mandaron la información he pasado del "no va" al "si va" como mil veces. Es evidente que ha ganado el SÍ.
Hay cosas que son difíciles de explicar, porque no todo el mundo puede ser capaz de ver más allá de la superficie y cuando las dices te miran con cara de "te crees más madre que nadie" o "vaya exagerada" y ni una cosa ni la otra.
 
Son miedos... lógicos, creo yo, que me hacen tener ahora mismo un nudo en el pecho. Que le dicen a mis piernas "corre a buscarle", miedos que vienen de mi corazón, directamente, lo se porque mi cabeza les hace frente. Es una verdadera lucha interna.
Se que disfrutará, que esto nos hará crecer a ambos, que le aportará muchísimas cosas positivas, pero eso no significa que no esté haciendo un grandísimo esfuerzo por dejarle ir, no significa que si por mí fuera se quedaría aquí conmigo, donde pudiera atenderle en cada momento, donde no le diera el aire sin yo saberlo y es precisamente por esto por lo que estoy siendo tremendamente dura conmigo y se ha ido... Eso no me lo voy a consentir...
No me resulta fácil mostrar mis debilidades, se me da mejor el papel de valiente, pero este niño está empeñado en hacerme saber que no lo soy tanto. Valiente él, que ha subido al autobús sin mirar atrás, me ha dicho adiós por la ventana por compromiso, y en este momento seguro que está tan feliz...
 
Y yo aquí, pensando en las doscientas mil situaciones que pueden darse.
Si quizá quiere algo, le duele algo, se asusta, se pone nervioso y no sabe como expresarlo o no le entienden. Que no se despiste, que no se vaya con otras personas, que no se haga el más mínimo rasguño...
 
Entonces mi cabeza frena de lleno a mi corazón, me pone los pies en la Tierra y más recta que una vela. Va a estar bien, se lo va a pasar pipa, sabe perfectamente hacerse entender. Tiene mejor orientación que yo mil veces, los rasguños son vida...
 
Y es que si hay algo que no voy a hacer es sobreprotegerle, porque no lo necesita, porque no lo necesita nadie, porque no es bueno para nadie, ni para él ni para mi...
 
Mis miedos nunca detendrán tus vuelos...
 
Te quiero mi vida, disfruta como solo tú sabes hacerlo...
 
Mamá
 
 
 
 

jueves, 18 de enero de 2018

El nudo...

Existe un nudo, que recorre mi cuerpo... desde mi estómago hasta mi garganta, con paradas incómodas en el pecho.
 
Este nudo lo provocan diferentes situaciones que lo aprietan, lo convierten en  piedra que me impide comer, respirar e incluso hablar.
En mi estómago,  cuando me encuentro con alguien que no sabe mirarte porque posiblemente tampoco sepa donde tiene su cara, cuando escucho a borregos hablar desde su “titulitis” creyéndose dueños de tu destino, cuando alguien pretende usar tus derechos como felpudo, cuando olvidan tu nombre pero no tu diagnóstico,  cuando veo miradas de compasión donde tendría que haber miradas de admiración, cuando no saben valorar cada uno de tus logros porque no estuvieron a tu lado cuando te esforzabas, cuando tengo que explicar que ante todo eres  una PERSONA con todo lo que eso significa… En todo esto no está la A de autismo, está la I de ignorancia, la P de prepotencia, la D de discriminación, la E de estigma, la M de miedo, la S de soberbia, incluso la B de bocazas…
 
En mi pecho, solo si pienso en ese “cuando yo no esté”… y tampoco lleva la A de autismo, lleva la I de injusticia, porque que tu vida sea digna no debería depender de mi existencia… 
 
En mi garganta, tantas veces. Con cada nueva palabra, cada gesto Menchulino que copias,  con cada logro que alcanzas, con cada una de tus experiencias que llenan tu vida y hacen rebosar mis ojos, con cada beso, con cada muestra de cariño, con cada saludo efusivo de alguno de tus amigos, con cada reconocimiento a tu esfuerzo, con cada  “te quiero mucho mamá”… y aquí tampoco está la A de Autismo, está  F de fenómeno, la G de granuja, la T de tesón, la C de Convivencia, la E de empatía, la A de Amor…  en este nudo estás TÚ, dejándome sin habla… haciéndome saber que ni todo un abecedario de nudos en el estómago y el pecho podrán con la A de Álvaro…
Recuerda siempre:
“porque tú lo mereces todo, yo lo conseguiré para ti… Te quiero hijo lindo…. Mamá”