Mi príncipe

Mi príncipe
El autismo no me define, no me condiciona y no me limita...que no lo haga tu desconocimiento...

lunes, 1 de octubre de 2012

Momentos de emoción imposible de contener...

Tod@s l@s padres y madres nos enfrentamos a la necesidad de decidir qué es mejor para nuestr@s hij@s, en muchos aspectos: ropa, alimentación, amistades, actividades, juguetes, médicos, colegio... Todas estas decisiones tienen un porqué y una importancia, claro está que unas más que otras, porque unas serán más transcendentales en su vida que otras...
 
Con Álvaro todas las decisiones, hasta por lo más insignificante, llevan una reflexión importante, por eso de que no vale el "ensayo-error" porque lo que puede ocasionarle si no decides bien te puede hacer saber que no era tan insignificante como pensabas.
 
Normalmente me siento segura y suelo ser firme en mis decisiones, lo mio me ha costado, no las tomo a la ligera y además confieso que tengo la suerte de estar rodeada de grandes personas además de profesionales que en un momento de duda me aconsejan y guían, a pesar de eso la última decisión la tienes tú, por suerte mi instinto de momento no se ha equivocado...
 
Y ese instinto es el que me hizo saber que Álvaro tenia que vivir nuevas experiencias, que llegó el momento del cambio, de apostar por eso que llaman INCLUSIÓN, porque por mi hijo está claro que apuesto a ciegas.
 
Os he contado como han ido las cosas, como el comienzo de ese camino estaba siento bueno, el esperado, el que en definitiva debe ser porque no tendría que existir otra manera. Pero en estos últimos días han pasado cosas que me han llegado a emocionar hasta el punto de brotarme esa emoción en forma de lágrimas.
 
El viernes fui a dejar a Álvaro al colegio, llovía mucho por lo que no hizo la fila, le esperaba Mayte, la auxiliar del aula preferente en la puerta. Al llegar nos vio Eva, su profe del aula de referencia, y nos saluda. Al momento llega acompañada de un pequeño de ojos grandes y sonrisa aún más grande y le dice a mi niño "Venga Álvaro que ya viene Hugo a buscarte", la expresión de orgullo y alegría que tenia ese pequeño porque le había tocado ir a buscar a Álvaro se me clavó en el pecho. No había llegado a la puerta del colegio y mis ojos estaban llenos de lágrimas, no me lo podia creer, ¿alguien sabía lo grande que era eso?¿alguien aparte de mí, podía imaginar lo que ese simple gesto significaba? Eso era aceptación, comprensión, empatia...
 
Hoy ha sido un día de nervios, de estar expectante. Álvaro empezaba a quedarse en el comedor. Un gran reto, no se parece para nada a lo que hasta ahora él conocía por comedor de colegio. Es muchísimo más grande, con muchos más niños, mucho más movimiento, más estímulos, distintas conversaciones, ruidos,.... Pero da igual mi hijo es un CAMPEÓN, de los buenos, de los que cualquier día hace que mi mandíbula se desencaje en mi cara de embobada. Ha estado genial, haciendo la rutina de aseo, comiendo perfectamente (hasta sandía que la odia), y cuando he llegado a buscarle me estaba esperando sentado al lado de Mayte, me ha visto, se ha levantado, me ha dado un beso y de pronto se ha dado la vuelta dejándonos un poco desconcertadas porque no sabíamos donde iba. Pues donde va a ir, a la percha a por su chaqueta y su mochila para irse a casa, y de nuevo boca abierta....
 
Segundo momento corazón palpitante del día, la primera reunión de padres. Recuerdo vagamente las de la guardería y mejor no quiero esforzarme, no hace falta que os explique más. Las experiencias, buenas o malas, te generan una predisposición natural ante las mismas situaciones y yo confieso que iba predispuesta, muy predispuesta.
He llevado unas copias del poema que escribí a Álvaro, un cuento titulado "soy diferente pero igual que tú" y varios enlaces, dispuesta a abrir la puerta de mis sentimientos y esperando que nadie me la cerrara en las narices.
En el apartado de ruegos y preguntas me ha tocado presentarme. Ha sido impresionante, no habría imaginado que me fueran a escuchar como han hecho, con esa atención, con esa cercanía. Varias madres me han dado las gracias por llevarles la información, pero lo más bonito ha sido cuando he dicho que sus hijos enseñaran muchas cosas a Álvaro y antes de que yo terminara la frase algunas han dicho "y él a ellos".
He salido por la puerta del colegio sin sentir los pies en el suelo, con ganas de gritar un "SIIIIIII, ACERTASTE!!!!!!!!!!!!!!!!!!
 
No quiero pensar que pueden llegar días complicados, aunque todo esto parece un sueño y estoy con esa sensación de "en cualquier momento me caigo de la cama". Se que si llegan los afrontaré dejándome llevar por ese instinto que no me abandona y por esa confianza ciega en mi pequeño príncipe, en sus posibilidades, en sus habilidades, en sus capacidades, en definitiva, en ÉL...
 

 
 

6 comentarios:

  1. Seguramente vendrán otros días difíciles, Menchu, porque así es la vida, pero que eso no te empañe ni un poquito la dicha de este presente, que bien ganado se lo tienen Álvaro y vos.
    Aunque a mí me falta recorrer un largo camino con mi hijo para llegar a esta instancia, tus experiencias me llenan de esperanza en el futuro, y me alegro con tu felicidad. ¡Un abrazo enorme!

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  2. Muchisimas gracias Sigrid, y lo que más me alegra y me hace seguir compartiendo experiencias es saber que os pueda servir para mirar hacia delante con optimismo, sabiendo que aunque a veces no sea fácil, nuestros niños lo pueden todo si nosotros les cogemos fuerte de la mano y nos paramos ante nada. Un besazo

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  3. Respuestas
    1. La verdad es que creo que me supera, jajajajaja, un besazo

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  4. Hola Menchuti, hacia mucho que no entraba en tu bloc y estoy fascinada por como expresas tus sentimientos, con tanta claridad y seneridad. Haces que los que te leemos tengamos esperanzas y luchemos dia a dia por nuestros hijos y darles la oportunidad de conseguir lo que ahora parece tan lejano y dificil. Me alegro un monton que Alvaro progrese tan rapido y este por fin en su colegio deseado.
    No cambies nunca y sigue con este bloc que ayuda tanto, saber que despues de una tormenta siempre sale el sol, GRACIAS, GRACIAS y MIL GRACIAS.

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    1. Muchas gracias por tus palabras corazón, si lo que escribo te ayuda a coger fuerzas para mí es una razón enorme para seguir haciéndolo, creo que hay que afrontar las cosas por duras que sean con optimismo y sobre todo creyendo siempre que nuestros hijos lo pueden todo. Un besazo

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